Presentaçao
El Portal que tengo el honor de presentar, trae causa de la Carta Cultural Iberoamericana aprobada por la Cumbre Iberoamericana que se celebró en Montevideo en el año 2006. Entre las medidas adoptadas para el desarrollo de dicho instrumento internacional, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) han impulsado la construcción de este portal bajo la dirección científica del Instituto Interuniversitario para la Comunicación Cultural (IICC) y en colaboración de la red de postgrados de excelencia en Derecho de la Cultura del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU) de la OEI. A tal fin, el IICC, como centro de investigación especializado en el campo del Derecho de la Cultura, y bajo el atento asesoramiento del Consejo Científico del Portal, ha movilizado un amplísimo elenco de especialistas, organismos e instituciones de la región iberoamericana.
En la reciente XVIII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura, celebrada en Cartagena de Indias en 2016, se acordó encomendar a la OEI optimizar el Portal Iberoamericano de Derecho de la Cultura, razón por la cual actualmente el IICC y la OEI trabajan conjunta y activamente para alcanzar este propósito.
A la hora de explicar el Portal es imprescindible comenzar por aclarar que no se trata exclusivamente de un portal de “legislación cultural”. Es un Portal de “derecho de la cultura”. En efecto, además de la legislación, incluye otras secciones que pretenden proporcionar una información rica y abierta de las ideas, de los marcos teóricos y doctrinales y de los principios y valores que determinan las normas jurídicas y las políticas culturales. Ésa es, precisamente, la razón de que también comprenda secciones como las de jurisprudencia, documentación, investigación, grandes textos de la cultura y novedades.
La Sección de Legislación es, sin duda, la columna vertebral del Portal y su objeto es compilar la principal legislación tanto internacional como supranacional (en la medida en que en la Comunidad Iberoamericana de Naciones hay dos países, España y Portugal, inmersos en un creciente ordenamiento cultural del derecho comunitario europeo) y nacional de los países iberoamericanos.
La Sección de Jurisprudencia, como revela su raíz etimológica, nos aporta la sabiduría interpretativa y argumentativa de quienes –los jueces y tribunales– tienen la misión de garantizar la aplicación de las leyes; en este caso, de las leyes culturales.
La Sección de Documentación aspira a convertirse en un repertorio de referencia sobre los documentos e informes determinantes de las políticas culturales, de la legislación nacional y de los instrumentos culturales internacionales.
La Sección de Investigación busca ser un cauce de difusión de investigaciones relativas al derecho de la cultura que no sean objeto de edición impresa (tesis doctorales, memorias de investigación, análisis y estudios científicos…), así como otros textos y documentos (bibliografías especializadas…) que faciliten el desarrollo de nuevas investigaciones.
La Sección Grandes Textos de la Cultura quiere ser un lugar de encuentro de los investigadores y estudiosos de lo cultural, de los juristas y de los demás científicos sociales; por ello, su aspiración última es recuperar y hacer accesibles las reflexiones más importantes que han ido conformando nuestras ideas y valores actuales acerca de la cultura.
Finalmente, la Sección de Novedades que proporcionará periódicamente información relacionada, principalmente, a las novedades legislativas y jurisprudenciales que traten algún ámbito del Derecho de la Cultura dentro del ámbito iberoamericano.
Objetivos
Uno de los objetivos primordiales que orientan el Portal es abogar por una concepción moderna y abierta del derecho que atañe a los asuntos culturales y que actualmente concreta la especialidad académica del Derecho de la Cultura. Frente a la tradicional visión parcelada en huertos separados (el patrimonio cultural, la propiedad intelectual, etc.) que ha caracterizado el derecho en este campo, el Derecho de la Cultura nos ofrece una concepción global e integrada de todos los aspectos jurídicos y legales que afectan a este complejo concepto. El régimen jurídico de la cultura se ha venido construyendo históricamente como un archipiélago de especialidades académicas desconectadas y que se ignoraban entre sí. Pero este estado fragmentado del enfoque jurídico de lo cultural no puede ser perpetuado más tiempo, una vez que los instrumentos internacionales y las Constituciones de las últimas décadas (entre las que, precisamente, las de los países iberoamericanos han sido pioneras) han afirmado una indubitada visión integral de lo que atañe a la cultura.
El Portal, tomando como premisa metodológica esa concepción que aporta el Derecho de la Cultura, hace suyos diversos propósitos. Por un lado, aspira a ser un instrumento para el desarrollo y la aplicación de la Carta Cultural Iberoamericana (CCI). Al facilitar el conocimiento de las normas, de la jurisprudencia y de la doctrina jurídica, el Portal está llamado a propiciar –como propone este novedoso instrumento internacional– la convergencia natural de las legislaciones culturales de los países iberoamericanos, lo que es una condición fundamental para la consolidación del Espacio Cultural Iberoamericano. Asimismo podrá ser el semillero, en lo que se refiere a la legislación y a las políticas culturales, de un modelo iberoamericano específico de comprometer a los poderes públicos y a nuestras sociedades en lo que atañe a las garantías de los derechos culturales. Es decir, de un modelo que sitúe en su centro de gravedad el desarrollo de las garantías jurídicas que permitan hacia el futuro el ejercicio de los originales y ricos modos en que las sociedades latinoamericanas expresan la belleza, sus modos de simbolizar, y sus modos de sentir y vivir y que decantan uno de los ámbitos de diversidad cultural más singulares y articulados del planeta.
En tercer lugar, las secciones de documentación, de investigación y de grandes textos de la cultura pretenden ponerse al servicio de las acciones de investigación –no sólo jurídica sino también de las demás ciencias sociales aplicadas a la cultura– y convertirse en lugar de encuentro para la comunidad de investigadores.
Finalmente, el Portal pretende ofrecerse también como un lugar de reflexión y debate sobre los retos para la mejora de la legislación y de las garantías jurídicas de la cultura en la región, en sintonía con las propuestas que hace la CCI, así como responder a un enfoque colaborativo en su construcción. Por ello, apelamos a los comentarios, críticas y observaciones que generosamente nos vayan haciendo llegar todas aquellas personas que se asomen a este espacio.
Estamos convencidos de que estas aportaciones serán decisivas para poder alcanzar con plenitud todos los objetivos e ideales que alientan el Portal y que, en síntesis, se resumen en contribuir al desarrollo de la dimensión jurídica de las políticas culturales en pro de la integración cultural iberoamericana. Tendemos a pensar esta integración, como algo que aún no existe, como una utopía o quimera, y con ello dejamos de percibir que –a pesar de los conflictos, iniquidades y desencuentros que se dan en su seno– es ya una realidad “natural” con innumerables nódulos, redes y lazos que articulan la vida cultural en el espacio iberoamericano como un gran sistema de diversidad cultural. De lo que se trata, pues, cuando se habla de integración cultural, es de, precisamente a partir de esa realidad dada, erigir en ideal político su impulso y afianzamiento desde una concepción democrática, universal e inclusiva de los derechos culturales en la región. Esto, evidentemente, es un gran proyecto colectivo que trasciende absolutamente a las limitadas posibilidades y capacidades del Portal. Pero ello no priva a éste de poder ser un instrumento imprescindible para avanzar en ese sueño colectivo.